miércoles, 6 de febrero de 2019

El juicio final de Miguel Ángel


Imagen de alta resolución para contemplar los detalles.

Para el comentario:
Habría que decir que es una obra pictórica renacentista realizada por Michelangelo Buonaroti, llamada "El juicio final" realizada entre el 1537-1541 en la Capilla Sixtina en el Vaticano, Roma. Es un fresco de enormes proporciones (13x12 metros)

El tema hace alusión a un fragmento del Apocalipsis, libro de la Biblia. En él se narra el fin del mundo en el que aparece el hijo de Dios y salva a una parte de la humanidad mientras que otra parte queda condenada por sus pecados y van al infierno. Por tanto es un tema religioso del cristianismo (aunque introduce algún elemento de la mitología griega).

La escena está dividida en varias partes:

- Cristo, en el centro de la escena, con rostro enojado, decidiendo a quién salva y a quién condena.
- Alrededor de Cristo está la Virgen María y varios santos (cada uno con un símbolo en la mano característico de su martirio)

- Justo abajo están los ángeles que tocan las trompetas (tal y como narra la Biblia)

-En la mitad inferior del fresco, las multitudes se dividen en 2: los que están ascendiendo al Cielo, que se encuentran al lado izquierdo y los que descienden a las tinieblas, al lado derecho. Las personas que ascienden son las que estaban en la Tierra en el momento en que Cristo llama a todas las personas. Muchos están resucitando y son representados como cadáveres. Algunos ángeles ayudan a subirlos al Cielo, y más adelante, las mismas personas ayudan a otras a que asciendan. En la Tierra hay algunos demonios escondidos en cuevas. Algunos demonios intentan evitar que las personas asciendan al Cielo.

-Abajo del todo, del lado derecho están los condenados que están siendo arrojados por ángeles y algunas personas a las Tinieblas. Muchos caen y parecen realmente estar muy desesperados. Varios son obligados a subir a la barca de Caronte (Caronte es, en la mitología griega, quien llevaba a las almas al inframundo) con la más espantosa de las violencias. Caronte es uno de los monstruos más horribles en el cuadro. De la barca, los condenados son tirados por algunos demonios a las Tinieblas.

La composición de la obra sugiere el caos de personas que huyen despavoridas e intentan salvarse. Todos temen a Dios, como puede comprobarse de los rostros de angustia y miedo de los personajes.

Destaca el dramatismo de la escena en el que todos los personajes son muy expresivos, tanto facial como corporalmente. Si se observa detenidamente, cada personaje está en una postura diferente y realiza una acción diferente. Es cierto que las posturas resultan en muchos casos forzadas, retorcidas, y sugieren bastante dinamismo.

Miguel Ángel se caracterizó por la corpulencia de los seres humanos que pintaba, y puede apreciarse perfectamente por la complexión ancha y musculatura muy desarrollada de sus modelos.

Supuso una revolución realizar tantos desnudos en un lugar santo como una capilla del Vaticano, lo que provocó un gran revuelo entre muchos prelados. Pero estamos en pleno Cinquecento y el Renacimiento ya estaba totalmente implantado: el humanismo propio de esta época se impuso y al final, salvo pequeñas modificaciones ordenadas por el Papa, la obra perdura hasta nuestros días.


Anexo:
Como os comenté, el hecho de representar tantos desnudos para un lugar de culto escandalizó a parte de los responsables de la Iglesia en Roma. Uno de los que más expusieron la indecencia de la pintura fue el maestro de ceremonias Biaggio de Cesena.

Se comenta que Miguel Ángel se enojó enormemente, no sólo por alterar la escena inicial, sino también por la imposibilidad de recuperarla a su estado original, dado que las ropas que cubren los cuerpos están pintadas utilizando la técnica del óleo, mientras que toda la pared lo está al fresco.
Pero Biaggio de Cesena tuvo su castigo: En la parte inferior derecha de la escena, a la entrada de los infiernos, Miguel Ángel representó a Minos, el rey del Infierno, desnudo, con orejas de burro, una serpiente enroscada a su cuerpo y con los rasgos faciales de Biaggio de Cesana.

Dicen que el prelado acudió lloroso al papa Paulo III para pedirle que ordenase a Miguel Ángel que lo retirara del mural, y que éste, con un gran sentido del humor, le respondió lo siguiente:
"Querido hijo mío, si el pintor te hubiese puesto en el purgatorio, podría sacarte, pues hasta allí llega mi poder; pero estás en el infierno y me es imposible. Nulla est redemptio."
Además, el Juicio Final está sobre el altar de la capilla, y cuando el sacerdote, en la celebración de la liturgia, dirige la mirada hacia el crucifijo que está situado en el mismo, tiene que dirigir inevitablemente su mirada hacia un punto del mural: la puerta que da acceso al Infierno.


 Biaggio de Cesana, caricaturizado como un demonio junto a las puertas del Infierno

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Otros detalles:


 Expulsados de la barca de Caronte


 Caronte

Y aquí mi cara al ver algún que otro examen:


Un saludo renacentista

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