El Patio de los Leones es el patio principal del palacio de los Leones, en el corazón de la Alhambra. Fue encargado por el sultán Muhammed V del Reino nazarí de Granada en el segundo periodo de su reinado y se construyó entre 1362 y 1391. Representa el apogeo del arte nazarí, con influencias islámicas y cristianas.
Es un patio, de 35 metros de longitud y 20 de ancho, rodeado por
una galería baja apoyada por 124 columnas mármol blanco, con un pabellón
a cada lado del patio, con paredes de filigrana y cupulitas. Los
suelos son de mármol, mientras las paredes están cubiertas de
azulejos azules y amarillos hasta 1,5 metros, con bordes azules
esmaltados y dorados. En el centro del patio esta la Fuente de los
Leones, sobre la que se apoya el cuenco de piedra apoyada por las figuras de doce leones
de mármol blanco.
El patio está dividido en cuatro partes, cada uno de
ellos que simboliza uno de las cuatro partes del mundo, regada por un
canal de agua que simboliza los cuatro ríos de Paraíso.
Este patio es, por tanto, una representación arquitectónica de
Paraíso, donde los jardines, el agua, y las columnas forman una unidad
conceptual y física del mismo. El esbelto bosque de columnas representa las
palmeras de un oasis en el desierto, el Paraíso imaginario nazarí. Esto
ha hecho pensar que en la época nazarí, el suelo estaba más bajo, con
especies vegetales plantadas escogidas para cubrir a los anfitriones de
matices de color, creando el efecto visual de un tapiz de flores, con la
parte superior de las plantas al mismo nivel del patio.
La arcada que rodea el patio alterna esbeltas columnas dobles y simples de fino fuste, sobre la que se apoyan los capiteles cúbicos y arcos de medio punto peraltados (elevados).
Las entradas de las 4 salas contiguas al patio tienen decoraciones de mocárabes tanto en los arcos como en las cúpulas interiores.
La decoración predominante de los paramentos (paredes) son ataurique y sebka (relieve romboidal).
Quizás lo más llamativo de esta obra de arte es la representación de animales que rompe con la tónica iconoclasta típica del arte islámico, si bien esta obra se enmarca dentro del arte nazarí, que se caracterizó por la fusión de elementos artísticos islámicos (fuentes, ataurique, mocárabe, sebka, arco polilobulado) con otros estilos de Europa (arco de medio punto, claustro, anti-iconoclasia).
es mucho
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